Manejo informativo en el caso Debanhi revela falta de ética en el periodismo

La cobertura mediática se ha centrado en la especulación, la desinformación y, principalmente, en la opinión. Dichos elementos han revictimizando a Debanhi y a su círculo familiar.

Fabián Pasos fue uno de los primeros en dar cobertura mediática al caso Debanhi Escobar a los pocos días de que la joven desapareció. (Foto: Especial)

A partir de que se hizo pública la desaparición de Debanhi Escobar, el pasado 21 de abril, diversos medios de comunicación, youtubers y generadores de contenidos de redes sociales comenzaron a dar seguimiento a lo acontecido en el municipio de Escobedo, Nuevo León, sin tener una claridad informativa ni una agenda de seguimiento.

La falta de información oficial por parte de la fiscalía neolonesa y del gobierno que encabeza Samuel García abrió el camino para que la cobertura mediática se centrara en la especulación, la desinformación y, principalmente, en la opinión. Elementos que han revictimizando a Debanhi y a su círculo familiar.

Tras el descubrimiento del cuerpo de la joven de 18 años en una cisterna de un hotel, los involucrados en el seguimiento mediático dejaron a un lado los hechos, los dictámenes oficiales, pero en especial, el contexto que vive Nuevo León en lo referente a temas relacionados con desapariciones de mujeres y feminicidios para explicar lo sucedido. En tanto, ponderaron declaraciones y opiniones.

La falta de claridad en la información expuesta en plataformas sociales, así como también en portales de periódicos hace que la narrativa de lo ocurrido sea el mejor ejemplo de lo que es la posverdad en la era digital, es decir, la manipulación de la realidad a partir de creencias personales y emociones, de acuerdo con el filósofo británico Anthony Clifford Grayling.

La falta de rigor en los reportes periodísticos, tanto en los medios de comunicación tradicionales, periódicos, radio, televisión, como en plataformas de streaming, YouNow, YouTube o Facebook Live, repercuten en que los presentadores basen sus reportes en especulaciones que devienen en desinformación que orillan a los consumidores a creer en lo que dice el presentador sin referentes comprobables.

Bajo esta perspectiva, el investigador Ulrich Richter en el libro El ciudadano digital planteó que la desinformación “transforma las percepciones por medio de mentiras que pueden dañar de manera directa los derechos de una persona”.

El río de desinformación que ha dejado el caso Debanhi Escobar pone al descubierto que los medios de comunicación suprimen los principios elementales que le dan certeza al periodismo y al hecho informativo, los cuales se fundamentan en el qué, quién, cuándo, dónde y por qué.   

Hasta ahora, ningún medio de comunicación ni los generadores de contenido han priorizado estas características esenciales en la labor informativa, es así que la especulación y la opinión son el hilo conductor en la cobertura del caso. Destacar la opinión de un comunicador por encima de los hechos comprobables hace que de facto el presentador cobre un papel protagónico.

El ejemplo de la anterior lo representa Fabián Pasos (Mafian TV), youtuber y periodista, quien viajó a Nuevo León para iniciar una cobertura informativa, la cual no sólo se ha centrado en intentar explicar lo ocurrido a partir de conjeturas y especulaciones, sino también editorializando la tragedia.

Las entregas de Pasos vía streaming en YouNow, YouTube y Facebook Live le dieron un protagonismo mediático al titular de Mafian TV al grado de que a título personal linchó al círculo familiar de Debanhi y a sus amigas, apelando a las creencias personales y emocionales del caso para legitimarse ante las audiencias.

Fabián Pasos, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García (graduado en 2006), cobró relevancia a nivel nacional luego de que varios medios de comunicación, El Universal, Milenio, Sin embargo, SDP Noticias, entre otros, han replicado varias de sus entregas, evidenciando que dichos medios de comunicación limitaron la cobertura del caso a levantar información de un comunicador que opina.

Los postulados del periodismo dictan que el género de opinión es consecuencia de un hecho noticioso comprobable. No obstante, bajo dicho parámetro la opinión no debe ser motivo de noticia si se parte del hecho de que es una apreciación subjetiva de un fenómeno, por ello, destacar la opinión como motivo de noticia es sesgar la información a partir de un relato particular.

La narrativa que ha ofrecido Fabián Pasos ha sido vista por colectivas feministas como oportunista al considerarla que el generador de contenido sólo busca dinero vía la monetización de sus contenidos, además de que con sus opiniones y posturas promueve la revictimización de Debanhi.

DESDE LA REDACCIÓN

Las filtraciones que se han hecho a los medios de comunicación desde la Fiscalía de Nuevo León, principalmente, al País y Milenio, vía Azucena Uresti, revelan que a nadie le importa la revictimización de Debanhi Escobar y su familia, pero también la voracidad de los medios de comunicación por tener la primicia de la información sin importar las consecuencias de las publicaciones.

Quienes se han prestado a la desinformación al publicar contenidos cargados de conjeturas y opiniones, sin rigor ni sustento para fomentar el morbo, es necesario recordarles el máximo postulado del polaco Ryszard kapuscinski en referencia al ejercicio periodístico: “Los cínicos no sirven para este oficio”.
Twitter: @LuisDiazLuna

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